Comisión de apertura: ¿qué es y cómo evitar gastos innecesarios?

Comisión de apertura: ¿qué es y cómo evitar gastos innecesarios?

Cuando solicitas un préstamo o una hipoteca, es común encontrarse con la comisión de apertura. Este gasto puede representar un porcentaje significativo del importe total, por lo que es fundamental entender en qué consiste y cómo evitar pagar de más.

¿Qué es la comisión de apertura?

La comisión de apertura es un cargo que aplican los bancos y entidades financieras al formalizar un préstamo o una hipoteca. Su función es cubrir los gastos administrativos y de gestión del crédito, como el estudio de viabilidad y la elaboración del contrato.

El coste de la comisión varía según la entidad y el tipo de préstamo. Generalmente, oscila entre el 0,5% y el 2% del importe solicitado. Por ejemplo, en un préstamo de 50.000 euros, podrías pagar entre 250 y 1.000 euros solo por esta comisión.

No es obligatoria la comisión de apertura. Aunque algunas entidades la incluyen de forma habitual, no todas las entidades financieras la cobran. Además, algunas sentencias judiciales han cuestionado su validez si no está bien justificada.

¿Cómo evitar gastos innecesarios?

Si quieres reducir o eliminar este gasto, ten en cuenta las siguientes estrategias:

1. Compara entre distintas entidades

Cada banco establece sus propias condiciones. Antes de firmar, compara diferentes opciones y elige la que mejor se adapte a tus necesidades.

2. Negocia con tu banco

Muchas veces, la comisión de apertura es negociable. Pregunta si pueden eliminarla o reducirla, especialmente si tienes un buen perfil financiero.

3. Busca préstamos sin comisiones

Existen entidades que ofrecen préstamos sin esta comisión. Consulta opciones en bancos online y fintechs, que suelen tener menos gastos adicionales.

4. Lee bien el contrato

Antes de firmar, revisa las condiciones del préstamo. Si la comisión de apertura no está bien justificada, podrías impugnarla.

La comisión de apertura es un gasto que puede aumentar el coste de tu préstamo. Sin embargo, puedes negociarla o evitarla si eliges bien la entidad financiera. Compara opciones y lee detenidamente el contrato para ahorrar dinero y evitar gastos innecesarios.

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